Vinciguerra: «No he sido nunca de “derecha”»

Las motivaciones del atentado de Peteano [*]


 

No he sido nunca de “derecha”. El término “derecha” ha evocado siempre en mí la imagen de un mundo mezquino, entretejido de hipocresía, de bonhomía aparente y formal, de moral elástica, de retórica pomposa y vacía: de un mundo de tenderos, profesores, parlamentarios, abogados y peluqueros.

El fascismo en el cual he creído es el antiestatalista del 23 de marzo de 1919, el marginado durante el ventennio, el que resurgió en la breve y sangrienta etapa de la República Social Italiana (RSI), aquel físicamente aniquilado, políticamente borrado e ideológicamente traicionado en 1945.

No he creído jamás en la oposición entre estado y régimen sostenida desde la “derecha” misina y desde los “nazis” tipo Rauti, porque una “diarquía” no ha existido, en toda la historia unitaria italiana, más que durante el ventennio, y se cerró con liquidación del “régimen” fascista por parte del Estado monárquico, manu militari.

No he creído jamás en dicha oposición porque desde la posguerra Estado y régimen se identificaban y se sostenían recíprocamente.

No me lo he creído jamás en, definitiva, porque la “Biblia” de los nazis tipo Rauti, Los hombres y las ruinas de Evola, en la cual se sostiene que es preciso defender al Estado “aunque sea un Estado vacío como éste”, no fue más que una obra instrumental que servía para justificar el reingreso de muchos oficiales que se habían unido a la RSI y que, en 1952, volvieron a formar parte de las Fuerzas Armadas, jurando fidelidad sobre su “honor” al Estado republicano, democrático y antifascista, tal como anteriormente habían jurado fidelidad, siempre sobre su “honor”, al Estado monárquico y al Estado fascista republicano.

No he tenido jamás simpatía por las “fuerzas del orden” encargadas de la defensa de un “orden” que rechazaba tanto entonces como ahora.

(…)

No es imaginable la hipótesis de haber llegado a tomar la decisión de cometer un atentado como el de Peteano sin haber roto previamente con los ídolos de la adolescencia: la “patria”, los “camaradas”…

Llegaría gradualmente a esa decisión, paso a paso, al final de un camino que duraba ya cinco o seis años.

Una lenta marcha de aproximación a la realidad de una guerra que no se podía continuar combatiendo con los métodos hasta entonces empleados.

Por consiguiente, un acto de guerra que había que realizar de forma despiadada y adoptando los métodos de los que se han jactado siempre los dirigentes políticos y militares: los métodos de la Resistencia, de las emboscadas, de las bombas en los cubos de basura y en los restaurantes.

Yo, sin embargo, no causé víctimas civiles.






[*] Extracto de un documento enviado a la Corte de Apelación de Venecia al 16 de mayo de 1987 y publicado como apéndice del primer libro de Vincenzo Vinciguerra, Ergastolo per la Libertá. Arnaud, 1989, pp. 199-200

 

 


Fuente: «Neofascismo: mito y realidad», [FNCRSI – Vincenzo Vinciguerra – Manuel Negri], ed. Resistencia, Madrid, 1999.pp. 23-24.

Autor: resistenciatextos

Proyecto primario de recuperación de textos de la antigua web de "RESISTENCIA". Textos de línea ideológica afín y/o continuación como en el blog "ANTAGONISTAS". "Nacida a finales de 1995 como revista de información, crítica y oposición, RESISTENCIA contribuyó en su momento a la denuncia permanente y radical de la arrogancia y de la violencia del Poder -político, económico, cultural y mediático- y de los que ante este Poder se humillan y claudican." MANIFIESTO DE LA COMUNIDAD POLÍTICA DE RESISTENCIA. 20 años después...la contribución es inalterable...y TOTAL.

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